Doctorado exprés

Finalmente, el Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado. Todo un récord, ya que, tras el Real Decreto 56/2005 y el RD1393/2007, supone la ¡tercera! modificación de los planes de estudio de Doctorado en apenas 5 años, una legislatura y media. Vamos, que demuestra una claridad de ideas y una capacidad de planificación acojonantes. Pero vamos al contenido. La medida más llamativa es la reducción del tiempo máximo para defender la tesis hasta los 3 años. Ojo, no las financiadas por el MICINN o el MEC, no. Todas. Cualquier tesis. En tres años el doctorando debe ponerse al día en el tema de la tesis, proponer una metodología, diseñar los experimentos, tomar las muestras, procesarlas, analizar e interpretar datos, irse una vez (o mejor dos) de estancia, asistir a varios congresos internacionales, publicar artículos (¡al menos dos!), escribir la tesis, depositarla, esperar que se apruebe la defensa (lo que suele llevar  3-4 meses) y defenderla. En 36 meses. Y si no cumples, fuera del programa. Así aprenderán, parásitos. Y suerte que no te exigen ser doctor para antes del final de legislatura…
No digo que realizar una tesis doctoral en 3 años sea imposible, probablemente no lo sea. Pero en algunos campos, se me antoja muy difícil sin que la calidad se vea resentida. Los que analicen cualquier tipo de proceso ecológico o biológico anual (reproducción, crecimiento, mortalidad), se tendrán que ir olvidando de analizar varios años. Con uno, vas que chutas. Y cuando la revista de turno te diga que dónde vas sacando conclusiones de tan sólo un año de muestras, tu podrás responder que a tu Gobierno ya le parece bastante, incluso demasiado. Para hacer la tesis en 3 años el doctorando se tiene que incorporar a un tema ya en desarrollo, bastante machacado, para realizar una tarea bastante concreta. Pero eso entonces no es una tesis, es un trabajo, un Proyecto Final de carrera, el DEA. Lo que queráis, pero no una Tesis. Y olvídatede publicar en revistas punteras. En esas condiciones, no sé si el doctorando ha podido desarrollar un trabajo de investigación completo, de principio a fin. Y se supone que es el objetivo del Doctorado, ¿no? Formar investigadores.
Además, como en tres años te va a sobrar tiempo, y para asegurarse que no lo malgastas en tonterías, ya se han encargado de crear un documento de actividades personalizado que será evaludado, con detalle y año a año, por el Director, el Tutor y la Comisión Académica. Papeleo, trámites. Y como parece que las Universidades, después de adaptar todos sus programas de doctorado a las nuevas normativas, solicitar las menciones de calidad, etc. no son los lugares adecuados donde llevar a cabo una Tesis, se sacan de la manga las Escuelas de Doctorado, un ente abstracto formado por diferentes, universidades, entidades públicas y privadas, centros de investigación… Y que son los que asignarán tutor y director al doctorando, revisarán sus progresos y le proporcionarán “la formación transversal y específica propia de cada programa”. Pero ¿no habíamos quedado, hace 3 años, que la parte formativa del doctorado es el Máster? ¿Pero no dijeron, el año pasado, que el máster quedaba fuera del Doctorado? ¿Qué formación deben dar, entonces, las escuelas de doctorado? Por favor, que alguien me lo explique. De verdad que no lo entiendo.
Y con todo esto, se supone que vamos a alcanzar el súmmum de la competitividad, reforzar la formación en I+D+I, dinamizar la economía y crear empleo. Insisto, que alguien me lo explique. Porque igual me equivoco, pero a no ser que acto seguido se pongan a reformar toda la carrera investigadora [que hace poco acaban de definir (cosas veredes, Sancho)] lo que me da a mí es que, tras 3 años currando en un proyecto ya definido y realizando una tarea concreta, con tu flamante título de doctor y tu publicación y media en una revista del montón bajo el brazo, los nuevos doctores de este país van a ser cualquier cosa, menos competitivos.

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