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Nuestros primeros pinitos con el hockey |
Asistir a un partido de la liga de hockey en directo es uno de esos acontecimientos que valen la pena, y que te hacen darte cuenta que, por muy francófono y francófilo que pueda ser Quebec, estamos en Norteamérica. Y en Norteamérica el deporte es, ante todo, espectáculo. Y no solo por el deporte en sí, sino por todo lo que hay alrededor, no en vano los principales clubes de fútbol quieren imitar el modelo de ligas como la NBA o la NHL.
Nada más sentar el culo en tu asiento ya te das cuenta de la que tienen liada: la entrada de los equipos viene precedida de un espectáculo de luz y sonido digna de las mejores discotecas, y enseguida llega el solemne momento de los himnos, que todo el estadio escucha respetuosamente de pie (como Canadá y Estados Unidos comparten liga de hockey, no es raro que los rivales sean estadounidenses). También llama la atención el comportamiento del público durante el partido, tanto hacia el árbitro como hacia los rivales. Al contrario se le abuchea, faltaría más, pero este abucheo no pasa del típico e inofensivo “buuu”. Nada que ver con los insultos que se pueden oír en cualquier campo de fútbol, baloncesto o balonmano de España.
Cada una de las pausas viene acompañada por algún show: música de baile a todo volumen, retos en el videomarcador, disparo de camisetas con cañones (en serio!!), la kiss-camera buscando a parejas desprevenidas… Todo ello, por supuesto, aceptado, fomentado y disfrutado por una multitud enfervorecida que no tiene el más mínimo atisbo de vergüenza. Todo el mundo chilla, anima, participa, baila, canta, ríe... y también, no hay que olvidarlo, consume. El precio de una cerveza en el estadio supera los 10 dólares, y para un trozo de pizza o unos nachos es fácil que te pidan un aval. Pero aun así, las cervezas caen con alegría, los chicos de las palomitas no dan abasto, y en los descansos entre periodos todo el mundo sale con una bandeja de nachos o un perrito caliente.
Y eso es lo que está pasando este año. Después de una temporada bastante irregular, los Canadiens pasaron la primera eliminatoria de los play-off barriendo a Tampa Bay en cuatro partidos. Y una vez más, el público empezó a decirse que, quien sabe, quizá “este año sí”. La siguiente eliminatoria emparejó a Montreal con el mejor equipo de la temporada, un rival histórico y uno de los mayores favoritos a ganar este año: Boston. Contra todo pronóstico, la serie llegó igualada hasta el séptimo partido, y eso quería decir que los Canadiens y los Boston Bruins se lo jugarían todo en un último partido, que se jugaría en Massachusetts.
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Los himnos, una cosa seria. |
Para encauzar toda esa emoción, el partido se retransmitió en directo a través del videomarcador del Centre Bell, el estadio de los Canadiens, previo pago de una entrada relativamente asequible (normalmente el precio de los billetes es prohibitivo). Eso no nos lo podíamos perder, así que nos acercamos con unos amigos, y la verdad es que pesar de la expectación que había, no me esperaba lo que me encontré: un estadio abarrotado con más de 20.000 personas, dispuestas a animar hasta el final a su equipo. El ambiente era igual que si el partido se estuviera jugando allí, y por supuesto no faltaba ninguno de los ingredientes: la música, la mascota, los bailes, el público entregado… y eso que estamos hablando de un partido de cuartos de final… en una pantalla!!!
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El estadio, a reventar. No busquéis jugadores en el hielo, están en la pantalla |
La noche no pudo salir mejor, porque los Canadiens jugaron el mejor partido de la temporada y vencieron a los Bruins por 3 a 1. Con el bocinazo final, la alegría se desbordó, y los alrededores del estadio recordaban a Cibeles o Canaletes después de ganar un título. Y todo por pasar a semifinales, qué no harán si ganan el campeonato! Como veis, poca broma con el hockey en Montreal.
ACTUALIZACION: en el momento de publicar esta entrada, las situación ha cambiado. Los Canadiens habían perdido el primer partido de semifinales contra los New York Rangers por un contundente 7-2. Y lo que es peor, se confirmaba la lesión para el resto de la eliminatoria de Carey Price, portero titular de Montreal y de la selección canadiense, sin duda la gran estrella del equipo. Cumpliendo lo que os comentaba más arriba, el clima ha pasado de la euforia a la depresión en tan sólo 24 horas. Pero ahora más que nunca: Go, Habs, go!!
selvi0809
20 May, 2014 at 05:00En Joensuu el ambiente es similar con el hockey. Ahora son los mundiales.
En ese estadio creo que caben todos los habitantes de Karelia del Norte…:)
Buenos videos!
@Jmadrigalolmo @Fuego_lab
25 May, 2014 at 07:56Integrado a tope en la vida Quebequense! Me encanta cómo lo vives. Gran reportaje cultural, porque esto no deja de ser la cultura popular de una ciudad. Saludos!
Multivac42
28 May, 2014 at 00:05Javier, sin duda, esto es parte importante de la cultura de Canadá, es más que el deporte nacional, es dificil de explicar hasta que punto lo impregna todo. Por ejemplo, es impresionante llegar en avión a Montreal en invierno: la ciudad tiene una iluminación tenue, pero esta salpicada de pequeñas zonas muy iluminadas. Al acercarse te das cuenta de que son las pistas de patinaje, los campos de hockey. Hay decenas de ellos, por todas partes. Es raro que vivas a más de 10 minutos andando de una de ellas, y ademas son gratuitas. Imagina hasta qué punto esta metido en el imaginario colectivo.
Selvi0809: gracias por pasarte y comentar. Tengo amigos que han estado un tiempo en Finlandia y ya me han contado que es parecido. Y vaya la que lio Finlandia en Sochi, eliminando a USA y Rusia y ganando el bronce!
Jaime
2 June, 2014 at 11:58muy curiosa la cuenta atrás en dos idiomas…ni para eso consiguen ponerse de acuerdo!