Rompo mi silencio, que duraba ya demasiadas semanas, y veréis que es por una muy buena causa. Cuando empecé a escribir por estos lares, hace ya la friolera de 4 años, no sabía muy bien de qué quería hablar. Bueno, miento. En realidad sí que sabía sobre qué quería escribir: sobre bosques, sobre ecología, sobre naturaleza, sobre aquellas cosas que hacen de la ciencia la hazaña más fascinante jamás lograda por el ser humano, sobre lo que supone el día a día de mi incipiente carrera como investigador… En definitiva: creo que sabía que quería hacer divulgación. Pero no tenía la menor idea de cómo hacerla.
![]() |
Así que empecé a fijarme en lo que hacían los demás. De cada uno de ellos intentaba copiar aquello que me gustaba, aunque era consciente de que esto es una cosa personal, que cada uno tiene que encontrar su manera de contar las cosas, y que imitar estilos no funciona, al menos a medio plazo. De unos me gustaba el rigor, de otros, el enfoque ameno e irreverente. De algunos, la denuncia de las pseudociencias y los peligros del marketing fraudulento, de otros, la capacidad casi ilimitada de estar a la última. De unos, me gustaba que me divertían; de otros, que me informaban. Algunos hacían las dos cosas a la vez. Y después había unos pocos que jugaban en otra liga. La Shempions de la divulgación, que diría aquel. Entre esos pocos elegidos, estaba Journal of Feelsynapsis, JoF.
Para los que no la conozcais, JoF era una plataforma de divulgación que, entre otras cosas, publicaba una excelente revista online del mismo nombre, en la que se podía encontrar de lo mejorcito de la divulgación científica de este país. Divulgación de la buena, de la de pata negra. No solo por el contenido, sino también por el diseño, por la edición. Yo la disfrutaba como lector, y reconozco que la envidiaba como bloguero. Pero digo era, en pasado, porque hace poco el proyecto de JoF pasó a mejor vida, después de 3 años y 16 números de altísima calidad. Pero no porque no funcionara, sino porque la gente que estaba detrás ya pensaba en una vuelta de tuerca más. En liarla.
Y así es como nació Principia. Principia es heredera directa de JoF, pero aspira sobre todo a contar las cosas de otra manera. ¿De cual? Pues para saberlo tendréis que estar pendientes de ellos, pero os aseguro que no os defraudará. Con todo lo que os he contado, supongo que entenderéis que no dudara ni un segundo en subirme al barco cuando me llegó la propuesta de unirme al equipo de redactores de Principia. Y más viniendo la propuesta de Copépodo, el para mí mejor divulgador en muchos blogs a la redonda. Un placer y un honor – dije – aquí tienes mi hacha.
![]() |
Otra manera de contar la ciencia |
De momento, Principia se presenta en sociedad con el SciFest, unas jornadas de divulgación que tendrán lugar los próximos 14 y 15 de noviembre en Cuenca, y que incluyen charlas, mesas redondas, monólogos, actividades infantiles… y muchas más cosas, aquí os dejo el programa completo. Si, como me pasa a mi, no podéis asistir (yo tengo excusa, tengo un océano de por medio, cual es la vuestra??), podéis seguir las charlas en streaming. Os recomiendo muy mucho que las sigáis, ya que en el poco tiempo que llevo en esto he podido comprobar que el equipo de Principia no solo son buenos divulgadores, sino que además son unos apasionados por acercar la ciencia a los demás, sacarlas de los corsés y los formalismos que a veces la atenazan.
@Jmadrigalolmo @Fuego_lab
9 November, 2014 at 08:19Enhorabuena! No habrá más remedio que seguiros, no dejas otra opción, no hay otra opción 😉